Hija de una madre joven, vivió en España hasta los 8 años, tiempo en el que se vino al país junto a su familia, lo que no fue tan alegre para ella en esos años. Hoy con 43 años Javiera contó en el Podcast de Moda que “en Chile era todo binario, los hombres celeste y las mujeres rosado, lo súper sentí en la ropa, en todo como una manera de relacionarse. Veníamos saliendo de una dictadura. Era todo binario, todo, todo. No había grises, no había un arcoíris, era esto o esto, era bastante angustioso”.
Agregando además que “los niños sienten todo, los niños se dan cuenta de todo. En ese tiempo los adultos no tenían tanta conciencia de lo que los niños absorben (…) en España era todo más suelto niños y niñas. Acá era como todo no, mucho más bullying”.
Respecto a cómo le afecto en lo personal esta realidad, señaló que “ahí trataba de no hablar como española. De cambiar el acento, porque yo aprendí a ha hablar allá (…) ya como a los 13 o 14 años empiezo como abuscar mi propio estilo y apartarme del común. Me pongo a pololear, elijo a un pololo bastante distinto, muy particular, muy especial, y empezamos una búsqueda propia como a crear nuestro propio mundo un mundo nuestro”.
Cuatro años pololeó con ese chico recordó Díaz de Valdés, “ahí nos vestíamos los dos (…) empezamos a mimetizarnos, éramos como unos siameses, ahí empiezo a hacer publicidad y todas esas cosas”, además agregó que estaban muy por fuera de la norma de esa época “él usaba ropa mía, vestidos, se maquillaba con mis maquillajes, se cortaba la chasquilla, se pintaba las uñas. Era muy particular, no era para nada normal en esa época”.
Además confesó que ella “era muy tímida. Estamos hablando de que era una niña desadaptada, la timidez tenía que ver con esa desadaptación. En ese tiempo nosotros nos abstraíamos del mundo”, asegurando también que estudiar teatro fue como una manera de comunicarse.
Respecto a ella y su gusto por la moda en la actualidad comentó que “soy una persona que puede pasar el día entero en pijama. Puedo trabajar un montón, pero en pijama, tengo unos preciosos, hay una inversión en pijama y batas”.
Para ver o escuchar el episodio complete de Dale Color! pueden visitar Spotify o el canal de Youtube.
En el inicio de una nueva década de vida está Carla Jara, actriz y comunicadora que acaba de cumplir 40 años, quien además fue la protagonista del nuevo capítulo del podcast de moda Dale Color!, que en conversación con Eugenia Lemos comentó acerca de la ausencia de arrugas, de canas, de cómo la marcó su corte de pelo estilo moicano y por qué decidió hablar de su quiebre amoroso.
“Tengo 40 y todavía no tengo Botox”, partió contando la ex chica Mekano, dando su secreto para tener la piel lozana “en la noche, me pongo unas gotitas de vitamina C y en la mañana crema hidratante”.
También contó en el programa que “este pelo que tengo, lo hice por una campaña, en algún momento se dijo que lo hice por otra cosa, pero era una campaña que tenía cerrada desde enero y cuando me hice el cambio fue como, me gusta cómo me veo”.
Aunque Carlita también confesó que “ahora que estoy en los 40, se me notan las canas, porque rubia no se me notaban ni las había visto”, remató. Además contó que para ella, no hay problemas con cambiarse de look cada vez que puede. Recordado es el corte de pelo que se hizo cuando estuvo en el extinto reality Pelotón de TVN.
Respecto a ese momento de su vida, Carlita le comentó a Euge que con ello “quería comunicar que era poderosa, pese a todo, eso fue. Así como me voy a pelar, porque da lo mismo no tener el pelo largo, porque sigo siendo igual de femenina, igual de power, igual de linda, teniendo un moicano y si al resto no le gusta mala suerte, yo encuentro que me queda increíble y me siento bien y hermosa”.
Pero no fue sólo el pelo, porque según recordó, “ahí me volví bien rockera usaba harto cuero, harta transparencia, en el día a día. Tengo ropa de esa época guardada, han pasado 14 años, fue un momento heavy en televisión”.
Pero no todo fue conversar el look, también se sinceró respecto a su difícil año, “creo que una tiene el destino súper marcado, creo que la vida, el universo o Dios, quién quiera que sea, sabe perfecto que es lo que va a pasar en tu vida, creo que era lo que tenía que pasar. Todo pasa por algo mejor y eso hay que tenerlo súper claro, porque cuando uno está en medio de la tormenta no lo entiende, sin embargo, cuando logras pisar tierra de nuevo y entender y aceptar lo que está sucediendo, se te abren los caminos y empiezas con otra energía a vibrar alto (…) agradezco siempre todo lo que pasa en mi vida. He tenido momentos súper duros, súper difíciles, sin embargo, agradezco porque de eso he aprendido, he crecido, he sacado lo mejor de ese momento”.
Además dijo: “Creo que lo que me ha pasado, habla por sí solo. Y también agradezco los mensajes que recibo, que bonito ver cómo también en realidad las mujeres somos tan power, porque las mujeres somos muy poderosas, eso me encanta. Y me encanta que las mujeres se sientan identificadas conmigo y darles esa suerte de energía de decirles ‘tú también puedes’ y de no quedarse pegada en nada, en general, con las cosas que nos pasan, cuando te echan de la pega, cuando peleaste con alguien de tu familia, sino que avanzar”.
En relación a su quiebre amoroso, sinceró que “no quiero profundizar mucho en el tema. Sólo quiero decir que si lo comuniqué, es porque había que hacerlo con la verdad y para mí, la verdad siempre ha sido lo más importante, fue la necesidad de hacerlo, de decir la verdad de lo que estaba ocurriendo. Probablemente si no se hubiera sabido de la forma en que se supo, yo me hubiese quedado callada hasta que se diera por hecho, pero la circunstancia hizo que yo tuviera que salir a aclarar todo”.
Pueden escuchar o ver el episodio completo de Dale Color en Youtube o en Spotify.
Carolina de Moras está dedicada a las redes sociales y formatos streaming y en medio de su trabajo hizo un alto para conversar con Eugenia Lemos en su podcast de moda Dale Color! Instancia en la que confesó que tras su paso por el Festival de Viña tuvo sufrimiento.
Frente a la pregunta de Euge acerca de cómo fue ser animadora del certamen viñamarino, Carola contestó “a mí me ha costado mucho en este medio, porque han sido súper injustos conmigo y no es que estoy llorando ahora, no. Siempre se me han puesto perchas, así como no es que es muy linda, es que ella era modelo y etiquetas que me desafiaron a trabajar más duro, a ser mejor profesional, a prepárame mucho más”.
De Moras comentó el enorme trabajo que hizo para poder pararse en la Quinta Vergara, “no es que fui al Festival de Viña y me voy a preocupar sólo de la ropa, voy hacer lo que yo sé hacer que es verme bien, pero también voy a sacar lo mejor de mí, que es mi talento comunicacional. Trabajé con la Maitén Montenegro, con Claudia Berger, con una fonoaudióloga y con un periodista. Te mueres como trabajé, clases de teatro, clases de danza, llegaba a llorar (…) la Maitén Montenegro me hacía llorar de las situaciones incómodas que pasé para poder sobreponerme a momentos difíciles”.
En relación a su desempeño aseguró que “me preocupé de estar preparada, no quiero pecar de segura”, sobre todo, porque “el festival no es un escenario fácil, es un escenario complejo. Tienes que tener una tenacidad y también tienes que tener mucho autocontrol, muchas veces se te viene arriba del escenario ‘El monstruo’ y te dan ganas de salir llorando e irte corriendo y eres tú la que tiene que tener el control y el manejo”.
Agregó que “lo más difícil para mí fueron los prejuicios, porque mi primer año, si tú te acuerdas bien habían lecturas de la prensa, opinólogos que hablaban, programas de televisión que apostaban, ‘ella es pésima’, ‘lo hace pésimo’, que no sé qué cosas y al final cuando empiezas a demostrar que puedes hacerlo, que lo haces, que lo tratas de hacer, que eres humilde, que estás tratando de aprender, tratando de mejorar, que por supuesto la primera noche va a ser la más difícil, pero que la segunda ya será mejor, la tercera aún mejor y después empiezas a mostrar características que pueden sobresalir”.
La animadora recordó haber escuchado en ese tiempo “a comentaristas mujeres que decían ‘¡ay!, pero qué vergüenza la Carola de Moras, yo fuera su hija me muero de vergüenza de que sea mi madre’ y yo decía, pero oye si estoy animando un festival, no me estás evaluando como persona, soy un ser humano (…) te trataban de demonizar de una forma que era tremendo. Me acuerdo de muchos de ellos, están todos perdonados por supuesto”, bromeó.
Pero no todo fue tan malo, “el último año, lo pasé increíble, me relajé, disfruté, bailaba, cantaba, entendía el escenario, porque es un escenario que hay que entender, no es pararse en el plató de un estudio de televisión, es un escenario con público vivo, que exige y con tiempos televisivos; entonces, esa sinergia que tiene que producirse, no es tan fácil”.
En el episodio, Carolina también contó que tiene guardados todos los vestidos que usó en el Festival de Viña “tengo todos los vestidos guardados en unas cajitas. Se los pasé a Pato Moreno, los tiene todos guardados, solamente porque en mi casa ya no hay espacio”, sentenció.
Además habló de su primer trabajo en una panadería, de cómo llegó a ser modelo y de la vez que le cortaron el pelo para su primeras fotos de revista, pueden ver el episodio completo del Podcast en el YouTube de Euge Lemos o en Spotify Dale Color!